"El columpio como un retorno a la infancia, a esos juegos inocentes de cuando éramos niños. Mecanismo de vaivén, que nos proporciona momentos para la reflexión, al mismo tiempo que nos facilita una oportunidad para ser nosotros mismos, sin preocupaciones, sin máscaras, sacando nuestro niño interior, aquel que se despoja de tapujos y de prejuicios, esos disfraces sociales que adornamos conforme vamos creciendo, y de los que, después, difícilmente nos desprendemos. Acciones lúdicas que responden a una necesidad del ser humano por lo imprevisible, lo azaroso y lo accidentalmente fortuito."
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De esta exposición me gustaron por su sencillez y resultado las perforaciones en cartulina negra.
ResponderEliminarLo del columpio, llamativo, la verdad, pero demasiado frágil como para dejarse tentar y balancearse.
Un saludo.